En el registro de la vivienda del
sospechoso encontraron un arsenal compuesto por armas de asalto,
cócteles molotov y lo que podría ser dinamita de fabricación casera,
según los documentos del proceso judicial abierto.
El FBI considera que se trataba de “un
ataque terrorista localizado” en su fase inicial, por lo que “las
fuerzas del orden actuaron de manera rápida”, indicó una portavoz de la
agencia.
Rogers ha sido imputado por el momento con un cargo de posesión ilegal de un arma de fuego.
Según el diario local Star Tribune, de
Minneapolis, Rogers había hecho comentarios sospechosos en los últimos
dos años en los que despreciaba a agencias del gobierno federal, una de
las características de las milicias armadas en Estados Unidos, cada vez
más numerosas.
“El Nuevo Orden Mundial ha secuestrado
todas nuestras libertades, el derecho a portar armas, la libertad de
expresión de la prensa…”, indica uno de los mensajes.
J. Christopher Warrener, el agente
especial del FBI en Minneapolis, indicó al diario que la acción policial
tenía como objetivo “poner fin a una potencial tragedia en Montevideo”,
aunque por el momento no se han revelado detalles de los planes o si
había más personas implicadas.
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