Así lo reveló Mark Lester, padrino de
los hijos de Michael Jackson, quien habló con el periódico The Sun
acerca de la penosa vida que tenía el fallecido cantante en 2009, cuando
estaba por iniciar una serie de conciertos en Londres.
“Se desplomó en su cama del
hotel. Su médico nos dijo que había bebido dos tercios de una botella de
whisky y que no podía estar de pie. Al final, se serenó lo suficiente
como para poder dar, a duras penas, su discurso en la presentación de
This Is It”, explicó el propio Lester al periódico citado.
Jackson le pedía a Lester que le llevara
alcohol a escondidas, evitando el control de la estricta seguridad que
siempre rodeaba al cantante. Ello, con el fin de superar el insomnio que
lo mantenía en vela toda la noche.
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